Almorzar en un atolón mientras sumerges tus pies en las cálidas aguas polinesias, recorrer una isla de arena rosa o degustar los vinos blancos y rosados producidos en el único viñedo del mundo ubicado sobre un motu, solo algunas opciones que te permitirán descubrir Las Islas de Tahiti desde otro punto de vista.
Con uno de los ecosistemas más diversos del planeta, Las Islas de Tahiti ofrecen la experiencia de varios continentes en un mismo destino y estas son algunas propuestas únicas que te dejarán con la boca abierta. Fakarava, una joya escondida en el archipiélago de Tuamotu Fakarava es el segundo mayor atolón de la Polinesia Francesa, declarado Reserva de la Biosfera de la UNESCO en 2006 por su biodiversidad. Sus corales fosforescentes y sus cálidas aguas hacen que sea un lugar ideal para la práctica del buceo. Fakarava, que en español significa “volver bello”, sorprende por sus bancos de peces y sus famosos “muros de tiburones”, llamados así por la cantidad de especies que pueden distinguirse en el mismo enclave. Si bien en Las Islas de Tahiti existen más de 20 variedades de tiburones, aquí destacan los denominados “grises de arrecife”, el célebre “tiburón punta negra”, el “cazón negrudo” y el “pez martillo”. Con uno de los ecosistemas más diversos del planeta, Las Islas de Tahiti ofrecen la experiencia de varios continentes en un mismo destino y estas son algunas propuestas únicas que te dejarán con la boca abierta.© Bernard BeaussierPlayas rosas que te dejarán sin aliento y refrescantes picnics. Si buscas disfrutar al máximo del sol y de playas espléndidas, Tikehau es una opción increíble. Su arena de color rosa brillante, en contraste con el turquesa del mar la convierten en una de las islas más fotogénicas que te permitirá además experimentar “La Vie en rose”. Los relajantes almuerzos en un motu (islote) son otra de las actividades más demandadas. Huahine, Taha’a o Maupiti son algunos de los enclaves que te deleitarán con un día de picnic en compañía de un delicioso poisson cru (pescado crudo marinado en leche de coco) y un refrescante zumo de coco, mientras te sientas en una mesa con los pies sumergidos en sus trasparentes y templadas aguas. Viñedos sobre islones Además de sus magníficas vistas y naturaleza exuberante, Rangiroa ofrece otro gran tesoro: el vino polinesio. Cosechado por primera vez en el año 2000, en este atolón encontrarás el único viñedo del mundo ubicado sobre un motu en medio de una laguna, donde se producen magníficos vinos blancos y rosados, que tienen un sabor especial debido a sus uvas únicas. Además, Rangiroa cuenta con varias hectáreas de caña de azúcar que se destinan a la producción de un fino ron orgánico blanco, una delicia para cualquier paladar. Uno de los festivales más antiguos del mundo La música y danza están integradas en el día a día de los tahitianos, quienes muestran su pasión por la expresión artística a partir de los movimientos. Es especialmente recomendable estar presente en el ‘Heiva I Tahiti’, evento que celebran en las islas desde 1881 y uno de los festivales más antiguos del mundo. Esta celebración contempla cantos y bailes tradicionales con más de 3000 artistas, una muestra de la cultura local en una explosión de color y actuaciones. |
Sobre Las Islas de Tahiti Rodeado de aguas cristalinas, Las Islas de Tahiti ofrecen belleza natural, cultura isleña auténtica y estilo único. El destino es conocido mundialmente por sus playas de arena blanca, sus lagunas turquesas y paisajes que van desde atolones de coral hasta picos volcánicos. El destino cuenta con diferentes tipos de alojamiento: hoteles de lujo con bungalows sobre el agua, villas, pequeños hoteles familiares, alquieres vacacionales, o incluso yates, catamaranes, y cruceros. Las Islas de Tahiti están todas unidas por el Mana, esta energía vital, esta fuerza espiritual que rodea la vida cotidiana de los polinesios. El Mana puede verse, tocarse, saborearse y sentirse, y es solo yendo a Las Islas de Tahiti que entendemos por qué se llaman: Las Islas del Mana. |