Brach Madrid, de la cadena Evok, está ubicado en el número 20 de la Gran Vía, en un edificio histórico de 1922 restaurado por el célebre arquitecto Philippe Starck, quien ha combinado nostalgia y modernidad con elementos inspirados en los años 20 y 30 de España.
Sus 57 habitaciones y suites transportan a los huéspedes a un viaje romántico y a una sensación de intimidad muy emotiva. La carpintería, el cuero, la cerámica y el mimbre aportan a las estancias la suavidad y la calidez del sol. En el ámbito gastronómico destacan un restaurante que evoca los grandes cafés clásicos, auténticas mecas de la libertad intelectual y artística, donde se ofrecen platos de cocina mediterránea a cargo del chef Adam Bentalha, y un bar inspirado en los cafés de pueblo españoles, con detalles que combinan lo lúdico y lo sofisticado.
En la planta baja del hotel se encuentra su pâtisserie, que ofrece dulces para llevar o para disfrutar in situ. Las creaciones del pastelero son exquisitos bocados que reflejan el art de vivre francés.
La joya del hotel es La Capsule Wellness, un santuario íntimo en el corazón del hotel que es algo más que un lujoso spa. La Capsule es un espacio de transformación y autoexploración. Embellecida con detalles dorados, su paleta de tonos blancos y puros en más de 400 m² se despliega como una página en blanco para quienes buscan bienestar tanto físico como mental.